La pasta cocinada es uno de los productos estrella en el uso de la SD.
Se puede trabajar con ella en sus distintas formas, tanto sin salsas como con un pequeño porcentaje de salsa manchando el producto.
Pastas cortas, como macarrones, codos, espirales, fideos...
Incluso la pasta larga, como espaguetis y tallarines, puede ser dosificada en los volúmenes adecuados.
Un plato típico como la fideua o platos étnicos como fideos chinos o bami también pueden ser dosificados adecuadamente.